De acuerdo a distintos pensadores de India el sonido antecede a la forma, y es así como, a través de la música o las palabras, el sonido tienen un gran poder para afectar e influir nuestros distintos niveles materiales y mentales.

El sonido es el vehículo de la emoción y refleja cómo nos sentimos; cada emoción genera un tipo particular de sonido: cantamos de alegría, lloramos de tristeza, gemimos de dolor, gritamos de miedo y sorpresa. Por medio de las palabras se transmiten las ideas y se crean patrones de pensamientos; son un medio de comunicación a nivel social y también con nosotros mismos. La mente toma la forma de las palabras y a través de ellas se expresa; de esta forma el lenguaje determina la estructura de la mente, la forma en como pensamos.

De la misma forma que la música y las palabras, los mantras tienen un enorme potencial de influir en nuestra mente. Todas las frases que repetimos, memorizamos e interiorizamos nos condicionan, pero hay patrones de pensamiento que tienen mayor poder para equilibrar la mente o para perturbarla. Por esta razón es fundamental que seamos conscientes de sus efectos y sepamos utilizar los sonidos como una útil herramienta para reconducir nuestra mente y remover los patrones de pensamiento negativos que comúnmente repetimos y alimentamos de forma inconsciente.

Los mantras son un método de entrenamiento de la mente, pero no son el fin, sino el camino; son una herramienta a través de la cual la estructura de nuestra mente, los elementos y sentidos de nuestro cuerpo pueden encontrar armonía.

Los mantras pueden ser un instrumento de extraordinario valor. Tienen la capacidad de sujetar al elefante de la mente por medio de la recitación, sosteniéndolo en un mismo continuo mental. De forma simultánea, cuando se recitan mantras apaciguadores y pacíficos la mente comienza a liberarse de sus impurezas y obstrucciones, recobrando de nuevo su pureza original. De esta manera, los mantras nos sirven durante el proceso de entrenamiento mental, ayudándonos a moldear la mente de forma adecuada y a prepararla para que se convierta en nuestra aliada y amiga.

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